Diego Urdiales comenzó ayer su temporada española con buen pie, cortando una merecida y trabajada oreja en el Festival de Ciudad Rodrigo, localidad que celebra estos días su famoso Carnaval del Toro. Le tocó en suerte un novillo-toro de la ganadería de Montalvo que ya desde los primeros tercios demostró su falta de fuerza y sus malas maneras al embestir, sobre todo por el derecho, lado por el que se le coló al diestro de Arnedo en los primeros lances con el capote, aún así, Diego lo remató con dos medias de buen corte. Un picotazo en el sitio de Manuel Bernal y un buen par arriesgando el tipo de Víctor Garcia "el Víctor" tras una eficiente lidia de Víctor Hugo Saugar "Pirri" dieron paso a la faena de muleta después de brindar al público que abarrotaba los tendidos de madera que fabrican las peñas de la amurallada localidad salmantina. Urdiales comenzó en los medios sin obligar en demasía al animal, que perdía las manos en cuanto se le obligaba en exceso, por el derecho protestaba y al más mínimo descuido se colaba buscando el cuerpo del torero, Diego intentó en varias ocasiones cambiar los terrenos, cosa complicada dadas las características de la plaza, estrecha y alargada Toro y torero parecieron encontrarse más a gusto en la zona más alejada a chiqueros y allí fue donde Urdiales cuajó los mejores muletazos, sobre todo por el pitón izquierdo por donde el toro desarrollaba mejor condición, fueron series cortas tirando de la embestida del burel y rematando en cocasiones por molinetes suaves, como recurso para no quebrantar más al de Montalvo. Parecía que la faena ya estaba hecha, pero Diego dio un paso más y se metió en la jurisdicción del toro para robarle una última serie exponiendo mucho, metido entre los pitones y sacándole los muletazos de uno en uno, siempre muy asentado y seguro sobre el irregular piso del rectángulo mirobrigense. Mató de una estocada casi entera en buen sitio y paseó la primera oreja de la tarde y de la temporada española.
También obtuvieron el mismo premio, Salvador Cortés que fue cogido a la hora de matar y pasó a la enfermería donde le vieron una cornada interna en el muslo, David Mora y el novillero zamorano Alberto Durán que gustó mucho pero que no estuvo acertado con los aceros.