Diego Urdiales sustituyó a José María Manzanares en la tercera corrida del abono de la Feria del Pilar de Zaragoza con toros de Garcigrande y Domingo Hernández junto a Morante de laPuebla y Cayetano. Cuajó diego Urdiales a su primero en una faena que llegó a los tendidos pero el fallo con el acero le privó de un triunfo importante aunque su tauromaquia quedó reflejada en el albero del coso de Pignateli.
Así lo contó Paco Aguado en su crónica para Cuadernos de Tauromaquia www.cuadernostm.com
... De mucho más peso hubiera sido la oreja que habría cortado Diego Urdiales de no matar a la tercera al segundo, un toro aparentemente manejable, en sus manos, pero que también se movió con temperamento y brusquedad, sin terminar de salirse y con un sordo punto amenazante. Pero el de Arnedo, que bajó por el Ebro par sustituir a Manzanares, le manejó los vuelos con precisión y temple sobrados para tenerle siempre gobernado y en la mano. Incluso cuando, ya de final, se encontró con coladas y arreones súbitos que también resolvió con maestría y buen gusto. solo la espada demeritó la faena de más molla de la corrida, antes de que el quinto se pusiera a huir barbeando las tablas.