Diego Urdiales volvió a dejar muestras de su esencia de torero con clase en la feria francesa de Ceret y de nuevo la mano izquierda fue la que más brillo en una faena a un flojo y protestado aunque noble toro de Adolfo Martín al que el torero de Arnedo toreó por naturales con mucho temple y tacto, dejando pasajes de suma belleza y torería. Mató mal y perdió un posible trofeo que hubiese hecho justicia a su faena.
Bonito fue el saludo de capote a su primero a la verónica, ganándole terreno y sacándoselo a los medios para rematar con la media. El toro acusó los tres puyazos que exige la afición gala que abarrota los tendidos de su coso y llegó a la muleta sin movilidad y sin apenas transmisión, aun así Urdiales estuvo muy firme con él no dejándose ganar la partida, el de Adolfo muy a la defensiva se puso complicado a la hora de matar y la labor del riojano fue silenciada.
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