El próximo lunes 21 de mayo, Diego Urdiales hará su primer paseíllo, en las Ventas. Será en la feria de San Isidro ante los toros de la ganadería burgalesa de Bañuelos que pastan en la finca de la Cabañuela en pleno Páramo de Masa. Éste sábado el torero riojano, estuvo tomándole el pulso a las reses de don Antonio Bañuelos en un tentadero en el que se pudo comprobar, no ya el momento artístico por el que atraviesa el diestro arnedano, sino la madurez profesional y el metódico perfeccionamiento de un concepto base que consiste en estar siempre bien colocado, presentar correctamente los engaños y ligar las embestidas en redondo haciendo viajar los pitones de las reses a escasos centímetros de su muleta gracias al temple de sus muñecas, añadiendo a todo esto el sentimiento, la hondura y la naturalidad necesarios para que el resultado final haga brotar la pasión y el reconocimiento del que lo contempla. El sábado fueron las vacas de Bañuelos pero el lunes seguro que serán sus hermanos mayores que ajenos a cuanto sucedía en la plaza de tientas esperaban la hora de ser embarcados camino de los corrales del coso Venteño.
El titular de la ganadería, Don Antonio Bañuelos, tenía prácticamente decididos los ocho toros que iba a mandar hacia la capital, todos ellos de excelente presentación, dignos de la primera plaza del mundo y tal y como los definió el propio Diego Urdiales tras contemplarlos a campo abierto, "con buenas hechuras, muy en el tipo de su procedencia Torrealta y de los que caben en la muleta".
Esperemos que lo que a priori apuntan su morfología y su estampa, sean capaces de desarrollarlo al saltar al ruedo y tanto los toros de Bañuelos como el toreo de Diego Urdiales nos regalen una bonita y triunfal tarde de toros.
Para muestra una selección de los mejores momentos del tentadero, así como varios de los toros que se sortearán el próximo lunes.
Las imággenes de la galería fotográfica, como siempre gracias a la labor incomesurable de Miguel Pérez-Aradros e Isidro del Pino.