Lo único que concedieron al diestro riojano dos cicateros Fuente Ymbros en el décimo festejo de la feria de Fallas, fue el premio de una merecidísima vuelta al ruedo tras una petición en su primero. Por su parte, Iván Fandiño, quien contó con el mejor lote con mucha diferencia, logró cortar una y una y salió a hombros. Mora se estrelló con dos toros imposibles.
Valor, hondura, colocación, torería y buen gusto, son algunos de los calificativos que Diego Urdiales transmitió a los aficionados que en aproximadamente tres cuartos de aforo poblaban los tendidos del coso de la calle Xátiva en la tarde de ayer. Con su primero, de escasas fuerzas, consiguió fraguar una notable faena a base de torear con la suavidad necesaria al astado hasta el punto de confiarlo y lograr excelentes muletazos por el pitón derecho. Una estocada perfecta de ejecución y colocación, supuso el colofón a una faena en la que se le pidió una oreja que no fue concedida, dando el torero una calurosa vuelta al ruedo.
En su segundo, un toro basto y con poco cuello, comenzó de capote con mucha inteligencia, sacándolo a los medios y queriéndole enseñar a embestir. El viento, vendaval por momentos, que se hizo presente especialmente en los dos toros del riojano, en este cuarto molestó sin cesar, pero aún así Urdiales estuvo notable con un animal muy parado que derrotaba a la salida de cada muletazo para reponer rápidamente. Se reafirmó nuevamente el torero colocándose donde lo hacen muy pocos, jugándosela y plantando cara a un astado cada vez más complicado al que mató de media en el sitio.
Galería fotográfica de Carmelo Bayo: