Diego Urdiales volvió a saborear las mieles del triunfo en Francia, al cortar en Dax dos orejas a su segundo oponente, un toro de 640 kilos de peso "Bello" de nombre, de la ganadería de Pedraza de Yeltes, noble y encastado de comportamiento aunque complicado en su lidia y con el que el torero de Arnedo se pudo desquitar haciendo el toreo puro, clásico y rotundo que atesora, del amargo trance de escuchar los tres avisos en su primero, un toro huidizo desde que se vió podido por la muleta de Urdiales que aun así lo entendió a la perfección y le instrumentó una faena de temple, tacto y torería. el toro se puso imposible a la hora de matar y Urdiales pasó del todo a la nada.
ASÍ LO CUENTAN:
ANDRÉ VIARD (TIERRAS TAURINAS)
El otro gran momento de la tarde, fue la faena de Diego Urdiales al quinto, "Bello", otro toro de imponente presencia, bravo en tres varas, que se vino arriba a principio de faena y movió su corpachón como si de una becerra se tratara.
Un toro bravo, fijo, con recorrido, que Urdiales aprovechó a lo largo de una faena muy clásica, bien ligada por ambos pitones, con momentos portentosos de hondura y temple. Una muestra de toreo ortodoxo y una de las faenas más importantes de la feria, al mismo nivel que la segunda de Ponce y las de Morante.
(...) el primero de Urdiales, un toro amorcillado en tablas y que no se dejo descabellar.
En este toro, bravo también en dos varas con derribo, Urdiales había estado muy bien por el pitón derecho, puesto que por el otro, el de Pedraza no tuvo ni un pase, metiéndose para dentro ya en el capote.
MAURICIO BERHO (mundotoro.com)
Dax (Francia). Diego Urdiales enseñó en Dax, una tarde más, la torería de sabor añejo que atesora. El riojano, que había vivido un momento amargo al escuchar los tres avisos en el segundo, se redimió con una labor profunda y templada al buen quinto. Se convirtió así en el triunfador...
Diego Urdiales cortó las dos orejas del quinto, un buen toro de Pedraza de Yeltes. Urdiales, con su habitual torería, elaboró una faena profunda, intensa y templada sobre ambas manos. Fue al final del trasteo cuando la gente se entregó y, tras una estocada, cortó el doble trofeo. Le sirvió el triunfo para olvidar el trago amargo del segundo, con el que escuchó los tres avisos. Fue un toro soso de salida, que planteó muchas complicaciones durante toda la lidia. Con él, el riojano mostró la torería justa y añeja que atesora, pero lamentablemente las cosas se complicaron a la hora de matar y escuchó los tres avisos.
CULTORO FRANCIA
Al quinto lo entendió a la perfección: fue todo un compendio de torería lo que derrochó el riojano frente a éste, que lo toreó muy a gusto por ambas manos tras ofrecer un auténtico espectáculo en los dos primeros tercios de la lidia. Lo toreó con la muleta con la mano muy baja por el pitón derecho, el mejor del astado y con el que se gustó el de Arnedo también y, sobre todo, en los finales. Al natural se mostró muy puro Diego Urdiales y, tras matarlo, desorejó al de Pedraza y paseó los premios entre el calor del público galo.