Foto: Carmelo Bayo
Foto: Carmelo Bayo
Diego Urdiales recogió una gran ovación a la muerte de su primero, un sobrero noblón y humillador de la ganadería de Buenavista que saltó al ruedo en lugar de un Fuente Ymbro al que las fuerzas no acompañaban a su buena condición. Tampoco derrochó fortaleza de manos el de Clotilde Calvo en los primeros tercios, volatín incluido, hecho éste que hizo a gran parte de la afición que abarrotaba Las Ventas reprobar a Urdiales cuando se dirigía al centro del ruedo a brindar la muerte del astado. El brindis no era para el público sino para el novilero peruano Renato Motta fallecido a causa de una fatal cornada en la localidad peruana de Pullo (Ayacucho). Urdiales desde el centro del anillo alzó su montera al cielo en memoria de Renato. D.E.P.
Diego comenzó su faena a este primero bis tratando de afianzarlo. Tras varias series de tanteo, consintiendo, llevando y sin quebrantar la embestida, se hechó la muleta a la izquierda para dibujar, pese al molesto vientecillo venteño, una serie de naturales sobervios de trazo y profundidad. A esta le siguieron otras dos por el pitón derecho ligadas, relajado el talle y jugando con la cintura, sorteando la dificultad de que al tercer muletazo de cada serie, coincidiendo con el instante en que se veía podido, el toro se metía por los adentros arrollando lo que encontraba por medio, fuese tela o fuese cuerpo. Urdiales, con los tendidos entragados a su clase, intentó una última tanda, pero el de Buenavista acusando en demasía la querencia a tablas no se lo permitió y descompuso un poco el final de una larga y pausada faena, en la que quedará para el recuerdo el monumental trincherazo con que remató una de las series, que hizo rugir el coso madrileño. Montó la espada habiendo sonado el primer aviso y dejó una estocada en todo lo alto que necesitó de un golpe de verduguillo con el segundo aviso ya mandado desde el palco.
Su segundo, ya del lote titular, no se empleó en ninguno de los tercios. Con estas premisas la faena de muleta resultó frustrante, el Fuente Ymbro agarrado al piso, hacía caso omiso a los intentos de Diego Urdiales por hacerle repetir y eso que el torero de Arnedo lo intentó hasta la saciedad, siempre colocado en el sitio y ofreciéndole la muleta con generosidad, pero como declararía en los micrófonos de canal+ Toros, "no quería que lo toreasen bien". Lo despenó de una gran estocada de la que calló sin puntilla.
El próximo compromiso de Urdiales en Madrid será el martes 24 ante toros de Alcurrucén con David Mora y Roca Rey como compañeros de cartel.
Mucha suerte a todos